Desde que tengo memoria, siempre tuve un lápiz en la mano. De niño me la pasaba dibujando a mis héroes favoritos —las Tortugas Ninja, Batman, Gokú, los Caballeros del Zodiaco— sin saber que, años después, ese gusto por el dibujo me llevaría a tatuarlos en piel.

Durante mi juventud tomé un pequeño desvío: cambié el lápiz por una guitarra eléctrica y viví al máximo la escena del rock local.

Fueron años increíbles, llenos de música, escenarios y mucha energía. Pero el arte siempre encuentra la forma de regresar (o de transformarse…) y así fue.

Después de terminar la universidad, volví al dibujo, pero esta vez explorando el realismo.

Me sorprendió lo natural que se me daba y, poco a poco, mis amigos comenzaron a insistir: “¿por qué no pruebas con el tatuaje?”. En ese momento me dio miedo —era algo completamente nuevo—, pero esa idea quedó rondando en mi cabeza.

Pasaron algunos años hasta que, en el 2022, decidí dar el salto. Tomé una máquina de tatuar por primera vez… y fue amor a primera vista. Desde entonces no he parado (ni pienso parar).

Hoy soy conocido como Aaron Tattooer, tatuador con más de 3 años de experiencia, especializado en Puntillismo de Arrastre, tatuajes estilo Anime y Blackwork. Tengo mi estudio privado en la ciudad de Mexicali, B.C. México.

A través del tatuaje descubrí una forma única de conectar con las personas, de transformar historias, gustos y emociones en arte que se queda para siempre en la piel.

Cada tatuaje que hago combina técnica, detalle y pasión, pero sobre todo, lleva un pedazo de lo que soy y de todo el camino que me trajo hasta aquí.